lunes, 26 de agosto de 2019


Al hablar del relieve americano se debe considerar que el mismo relieve de la superficie terrestre se define como el conjunto de desigualdades que constituyen la morfología de nuestro planeta. (Paglialunga, 2016).


Estos relieves que presentan profundas diferencias, constituyen el rostro del planeta. Mientras en algunas regiones se originan grandes cadenas montañosas, en otras destacan las grandes depresiones.

El relieve de la Tierra que apreciamos actualmente es el resultado de un larguísimo y complejo proceso geológico y atmosférico. Las teorías de las placas tectónicas y la de la deriva continental se encuentran entre las más aceptadas para dar cuenta de los grandes fenómenos del relieve. Se considera que el relieve es el producto, por un lado, de:

1. Factores endógenos. Siendo el principal de ellos los movimientos de las placas tectónicas, y por el otro,

2. Factores exógenos. Como la lluvia, el viento, el oleaje (en sectores costeros), que pueden imprimirle al paisaje un particular modelado por su acción erosiva.

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